Alsina: 'Que Puigdemont diga la verdad: 'Di por hecho que la presidencia de Sánchez traería aparejada la mía', amnistía mediante, y resulta que me la has jugado. Amnistiado sí pero para cultivar cebollinos en Gerona. Entre tramposos, la trampa no se considera pecado sino virtud'
Me parece una chorrada y un buen ejemplo de leyenda negra inexistente instalada en las cabezas, que luego te vas a trabajar fuera y flipan con nosotros. De hecho diría que nuestro mayor pecado laboral es el “yo puedo” aunque no puedas. En fin.